Corren tiempos en los que siempre hay que estar adecuándose a las nuevas tendencias. Desde cualquier ámbito, las prácticas sociales, culturales y profesionales van mutando y cobrando nuevas formas conforme a los cambios y avances del mundo globalizado. En este contexto, muchas transformaciones se dan por el desarrollo constante de las tecnologías que, en el marco de la globalización, promueven un estandarte muy definido: la comunicación.

En este mundo de las redes de información, los contactos al instante desde cualquier parte del planeta, obligan que toda empresa -pequeña, mediana o grande- deba adecuarse para no quedarse atrás en el mercado. Y es que el mercado, a lo largo de los últimos años, ha ido cambiando las reglas de juego para afirmarse en esta nueva realidad. Que las empresas importantes, cada vez más se interesen en producir sus propias marcas más que productos, ya es historia conocida. Y que los campos del marketing y la publicidad hayan crecido en escalas astronómicas en las últimas décadas, también. Dentro de esas tendencias, se esconde, atravesando todo el proceso, el mundo de la comunicación.

De esta manera, las nuevas tendencias apuntan a reforzar las comunicaciones empresariales, tanto externas como internas. El aprovechamiento de los recursos comunicacionales es, para toda empresa, una herramienta muy poderosa que puede significarle importantes avances en cuanto rendimiento, productividad y posicionamiento en el mercado.

En cuanto a las comunicaciones internas, quizás las menos difundidas, la clave radica en abrir los canales de información hacia el interior de la organización y sus trabajadores. Socializar esa información, comunicar los avances y las metas, incentivar el “feedback” de los empleados en cuanto a sus inquietudes y necesidades, generar vínculos de participación y pertenencia, publicar boletines, revistas o diarios internos, pueden ser algunas de las medidas que pueden tomarse en torno a la comunicación interna. Con ello se busca aumentar y mejorar la productividad, la imagen empresarial hacia adentro, la pertenencia y el buen clima laboral.

Por otra parte, las comunicaciones externas es otro de los pilares fundamentales que debe desarrollar una empresa en relación con sus clientes. Las campañas de publicidad y promoción, asociadas al marketing estratégico, la prensa y difusión, el desarrollo de páginas web y otras herramientas de contacto; como así también la imagen institucional, el diseño gráfico y el desarrollo de una marca que se comunica, expresa y expande por los flujos de la comunicación en constante crecimiento, generan que las empresas y las organizaciones avancen sin barreras ni fronteras.

En la actualidad, el campo de la comunicación se configura como una de las herramientas fundamentales en el desarrollo de toda empresa que no pretenda quedar relegada frente a sus competidores. Construir campañas planificadas de comunicación organizacional es primordial para complementar la propia actividad de la organización. Potenciar la voz institucional es potenciar el crecimiento.